Una historia de resiliencia, pasión y compasión


Cada uno de nosotros tiene una tarea, más o menos consciente, en esta vida. Los más afortunados viven aquel momento decisivo en el cual el camino que les espera toma forma y se despeja, ese instante mágico donde las cosas fluyen. Para mí, ese momento ocurrió en 2012. Después de haber trabajado durante varios años en el comercio internacional, quería de todo corazón dar sentido y propósito a lo que ocupaba gran parte de mi día. Disfruté de libertad económica y otras ventajas, como poder viajar y expandir mi mente y mi corazón, pero aun así sentía que no estaba cumpliendo mi misión. Algo estaba mal en introducir más productos en un mercado que ya estaba saturado y tan lleno de “cosas”. Quería crear algo que estuviera alineado con mis valores éticos, estéticos, de respeto por el planeta y por cada ser vivo. Algo que contribuyera al bien mayor. ¿Pero cómo?
Siempre me ha fascinado el diseño, y siempre he creído firmemente que “la belleza salvará al mundo”, pero me frustraba cada vez más el hecho de que muchas de estas creaciones se hacían a menudo a expensas de seres vivos inocentes. El cuero, por ejemplo, ha sido durante mucho tiempo (y en muchos sentidos sigue siéndolo) el patrón oro de los accesorios de lujo, y me preguntaba si había alguna manera de lograr ese mismo valor estético, sin sacrificar la vida de otros seres vivos, haciéndolo asequible a más personas, para crear un impacto positivo real, no limitado a un pequeño nicho. La alternativa que propusieron en su momento los productos sintéticos del mercado carecía en general de calidad, investigación y diseño: no eran atractivos. Así que empecé mi odisea personal para ofrecer opciones no testadas en animales, hechas con respeto y al estilo italiano.
Por supuesto, los números también importan y desde el principio quise que Miomojo adoptara un modelo de empresa en el que los proyectos solidarios estuvieran firmemente integrados en todo lo que hacemos. Cuando descubrí el apasionante trabajo de Animals Asia y sus esfuerzos por salvar los osos lunares de la industria de la bilis, mi determinación por “contribuir” se intensificó aún más y se hizo realidad. Desde entonces, hemos recaudado más de 200.000 dólares para esta y otras maravillosas organizaciones benéficas.
Gracias a Miomojo, ahora tengo la oportunidad de apoyar estos proyectos y, al mismo tiempo, ofrecer una hermosa y válida alternativa a lo que se produce actualmente a expensas de nuestros amigos los animales. Pero ofrecer una opción vegana no fue suficiente para mí. Por eso, nos hemos comprometido a investigar en materiales innovadores, orgánicos y reciclados para reducir el impacto negativo en el medio ambiente y no consumir recursos vírgenes adicionales de manera insostenible. Para 2022, todos nuestros productos estarán hechos exclusivamente de materiales reciclados y sostenibles, como redes de pesca, vidrio y botellas de plástico reciclados y materiales especialmente innovadores de restos de manzanas, cactus, posos de café, residuos de la producción de vino, menta, maíz y más.
Miomojo representa mi Ikigai: ese punto mágico de conjunción entre lo que nos gusta hacer (pasión), nos viene naturalmente (vocación), pero que también es útil para el mundo (misión) sin descuidar el reconocimiento económico necesario (profesión). Los proyectos futuros incluyen la creación de una línea de zapatos que combina diseño + respeto y asequibilidad. Pero también una Fundación Miomojo para los animales y, por último, un centro de rescate Miomojo, que será el hogar de nuestra sede, pero también un lugar de paz para los animales rescatados, así como un centro educativo para un futuro más amable.
Hoy día nos complace ver que incluso las marcas de lujo más reconocidas están introduciendo artículos fabricados con materiales innovadores. El propio concepto de consumo de lujo está evolucionando en favor de un nuevo lujo más respetuoso. La gente ahora aspira a productos (de lujo o no) que tengan un valor añadido, que puedan trascender el momento presente y conectar con algo más profundo. La verdadera sostenibilidad es el respeto. Respeto por la humanidad, respeto por el medio ambiente y por los animales. La estética y la ética pueden y deben coexistir.
Mahatma Gandhi dijo una vez que “la grandeza de una nación puede ser juzgada por la forma en que se trata a sus animales”. Todavía hay mucho que aprender y espacio para mejorar y crecer, pero espero que Miomojo pueda ayudar a promover la compasión y la conciencia en Italia y en todo el mundo. ¡Estoy emocionada por continuar este largo recorrido con ustedes y les agradezco que me acompañen en este importante viaje!
Claudia Pievani
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