Por qué Senegal está en el radar de la moda mundial

Cuando las marcas crean sus planes de expansión para África Occidental, el tamaño del mercado no es el único factor a considerar. Aunque a menudo se ve eclipsado por los pesos pesados ​​regionales de Nigeria, Ghana y Costa de Marfil, Senegal ha estado atrayendo silenciosamente marcas globales durante más de una década gracias en parte a su vibrante cultura de la moda.

Una de las razones por las que las marcas internacionales se sienten atraídas por Senegal es la cultura de la moda local que ha sido fomentada por líderes de la industria como Adama Ndiaye, fundador de la Semana de la Moda de Dakar.

A principios de este año, Tommy Hilfiger abrió una tienda en Dakar, la capital de Senegal, en el centro comercial Sahm de la ciudad, que experimentó una gran expansión antes del inicio de la pandemia de Covid-19. El socio local de la marca estadounidense es Mercure International, una empresa panafricana con profundas raíces en Senegal que opera tiendas para otras marcas internacionales, como la tienda de Levi’s que abrió en el centro comercial de lujo Sea Plaza de Dakar unos años antes.

Senegal no es la economía más grande de la región, pero su entorno relativamente pacífico, las leyes favorables y la dinámica industria de la moda son algunas de las razones del nacimiento de Sea Plaza.

Ubicado en Corniche, a lo largo de la carretera que une el aeropuerto internacional con el centro de la ciudad, Sea Plaza tiene vista al Océano Atlántico, lo que permite la entrada de suficiente luz natural para ayudar a resaltar el suelo de mármol que conduce a los visitantes a las 84 boutiques repartidas en dos niveles.

Cuando el centro comercial abrió hace 12 años, más del 60 por ciento de sus tiendas de moda estaban ocupadas por marcas extranjeras. Hoy la proporción no ha cambiado mucho, con Adidas, Aldo, Benetton, Boss by Hugo Boss y Mango codeándose con marcas locales y minoristas multimarca como Nitya by Boursine de Awa Diongue.

En África Occidental, Senegal es considerada la capital de la artesanía de alta costura y Dakar es el centro del llamativo street style. El país es el hogar de muchos diseñadores con talento, algunos de los cuales han emigrado para trabajar en otros lugares de la región o han creado plataformas con alcance continental o global.

Senegal tiene una influencia económica y política regional descomunal ayuda a que sea un mercado más atractivo que países con poblaciones similares. Una de las razones es que Dakar alberga la sede del Banco Central de los Estados de África Occidental (BCEAO), que sirve a los países que comparten el franco CFA como moneda: Benin, Burkina Faso, Costa de Marfil, Guinea-Bissau, Malí, Níger., Senegal y Togo.

Además, es el punto focal cuando se trata de negocios y finanzas en la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA), que es el equivalente de la antigua CEE (Comunidad Económica Europea).

En los años previos a la pandemia, Senegal fue una de las economías de más rápido crecimiento en el continente africano y, aunque el covid-19 golpeó duramente al país, ahora se está recuperando gracias en parte a la financiación del Fondo Monetario Internacional (FMI). La economía senegalesa ha recuperado su tendencia anterior a la pandemia en 2021, liderada por una fuerte producción industrial y el sector de servicios. El crecimiento del PIB real se estima en un 6,1 por ciento, aproximadamente un punto porcentual más de lo previsto anteriormente.

Han creado un nuevo aeropuerto internacional, una nueva universidad, un nuevo estadio de 50.000 asientos y el tren suburbano recientemente inaugurado que conectará Diamniadio, una ciudad satélite que se está construyendo actualmente a unos 40 km de Dakar. Curiosamente, se han emitido varios permisos para la construcción de centros comerciales de última generación en la nueva ciudad.

Aunque Senegal nunca competirá con los gigantes del continente africano como Nigeria, Sudáfrica, Kenia, Egipto y Marruecos, proporciona a las empresas de moda un mercado emergente prometedor para considerar al mirar más allá de las principales economías de consumo de la región.