Poder femenino en el desfile Dior Couture otoño-invierno 2024-2025

A medida que se acercan los Juegos en París, Maria Grazia Chiuri imagina una colección de alta costura donde se valora el cuerpo. Las influencias deportivas desde la Antigüedad hasta hoy, así como una visión política de la igualdad entre mujeres y hombres en las competiciones, resuenan a lo largo de la colección.

Las obras de mosaicos de la artista Faith Ringgold (1930-2024), reproducidas por los artesanos de Chanakya, elevan la mirada. Esta colorida escenografía que representa a deportistas resuena con este desfile compuesto por siluetas monocromáticas. La libertad de los cuerpos femeninos, tema querido por la directora artística de las colecciones femeninas de la Maison, vuelve a ser el centro de atención. Ella introduce el jersey en el universo de la alta costura para que el tejido dorado, plateado o blanco se adhiera a las formas. Bustiers interiores ligeros estructuran los atuendos. Desviando el uso del traje deportivo, el body se adorna con plumas doradas o micro lentejuelas.

Los juegos de pliegues y drapeados recorren el desfile. Así, las faldas revelan un pantalón a cada paso, y los flecos amplifican los movimientos. Como esculpidos en los cuerpos, los tejidos recuerdan a las estatuas a través de vestidos de seda magnificados con bordados. El peplo antiguo encuentra su lugar contemporáneo en la colección. Calzadas con sandalias tipo gladiador, las neo-amazonas llevan vestidos anudados en un hombro, revelando camisetas sin mangas metalizadas transparentes ribeteadas de satén. Los mini espejos bordados recuerdan a las mosaicos mientras los efectos tornasolados y los tejidos dorados recuerdan a líquidos preciosos en fusión. La excepción de un vestido largo rojo, “color de la vida” según Christian Dior, es uno de los puntos culminantes de este espectáculo donde el cuerpo es sublimado.