Moda

Esta apuesta confirma una tendencia imparable: las tiendas del futuro no son simples puntos de venta, sino escenarios narrativos que amplifican la identidad de marca y generan una conexión permanente con nuevas generaciones. Loewe, con un crecimiento global consistente, se posiciona en la primera línea del retail europeo.

En sus exclusivos talleres en Northampton, Inglaterra, maestros artesanos dedican horas incontables a crear piezas irrepetibles, utilizando técnicas ancestrales transmitidas generación tras generación.
Entre sus ilustres clientes históricos y contemporáneos, figuras aristocráticas como el príncipe Carlos, duque de Gales, y su padre, el difunto príncipe Felipe, duque de Edimburgo, Frank Sinatra, Cary Grant, Dean Martin, Daniel Craig y miembros destacados de familias reales y empresariales de todo el mundo.

El Real Madrid y Louis Vuitton han anunciado un acuerdo de colaboración que marca un hito en la convergencia entre la moda de lujo y el deporte. La célebre Maison francesa se convierte en nuevo patrocinador oficial del club y será la firma encargada de vestir a las plantillas profesionales de fútbol masculino, femenino y baloncesto en sus viajes y eventos institucionales. Este acuerdo multianual supone que, fuera del terreno de juego, los jugadores y jugadoras del Real Madrid lucirán trajes y accesorios diseñados por Louis Vuitton, relevando así a la casa italiana Zegna, que durante años había sido la responsable del vestuario formal del conjunto blanco. La colaboración incluye colecciones exclusivas de Formal Wear y Travel Wear –desde elegantes trajes a medida hasta calzado, complementos y maletas– especialmente concebidas para el club madrileño.

En una era definida por la velocidad, el exceso y la necesidad constante de validación, emerge con fuerza un estilo que no necesita presentación: el Old Money. Lejos de ser una simple tendencia de moda, el Old Money representa una cosmovisión silenciosa y sofisticada del lujo. Es el arte de vivir con elegancia sin demostrarlo, de cultivar un legado sin gritarlo, y de habitar el mundo con la seguridad tranquila de quien no necesita probar nada.

En un mundo dominado por las redes sociales, la inmediatez y el branding personal, cabría preguntarse si el ideal de la sprezzatura sigue teniendo cabida. Vivimos en la era de la hiperexposición digital, donde muchas personas comparten abiertamente el proceso detrás de cada logro: se muestra el “detrás de cámaras” de la belleza, la moda o el éxito profesional para probar autenticidad. Al mismo tiempo, existe un culto contemporáneo a la autenticidad –valoramos lo crudo, lo espontáneo, lo “real” frente a lo artificioso–. En este contexto podría parecer que la sprezzatura, con su premisa de ocultar el esfuerzo y disimular el arte, es anticuada o incluso contraria a la transparencia que hoy se aprecia. Sin embargo, lejos de perder relevancia, este concepto renacentista ha cobrado una nueva vida como recordatorio de un equilibrio necesario.

Los jardines de la Villa Albani Torlonia ofrecieron un telón de fondo idílico para las creaciones de alta costura y prêt-à-porter imaginadas por Maria Grazia Chiuri. La Directora Creativa de las líneas femeninas de Dior compartió su historia de amor con su Roma natal y una historia salpicada de imágenes del cine, el teatro, el arte y la moda.

Experiencias, exclusividad y poder adquisitivo en la nueva geografía del deseo
En un mundo en constante transformación, el lujo ha dejado de ser únicamente una cuestión de producto para convertirse en una experiencia multisensorial y profundamente emocional. En 2025, el consumidor de alta gama ya no busca solo objetos: busca identidad, reconocimiento, privacidad y narrativa. Y las ciudades juegan un papel determinante en ese viaje de descubrimiento.
En este informe exclusivo de LUXONOMY, te presentamos el ranking actualizado de las 15 capitales mundiales del lujo comercial, no solo por su volumen de ventas o presencia de marcas, sino por su capacidad de encarnar el nuevo imaginario aspiracional del consumidor global.

Un bolso con la etiqueta “Hecho en Italia” exhibido en una boutique exclusiva puede haber nacido a miles de kilómetros de Europa. Hoy sabemos que algunas de las marcas de lujo más prestigiosas del mundo fabrican gran parte de sus productos en China u otros países asiáticos, para luego etiquetarlos como europeos y venderlos a precios exorbitantes. Este reportaje de investigación explora los casos recientes que destaparon esta práctica, los métodos que la industria utiliza para ocultarla, el marco legal que lo permite, las reacciones que ha provocado y las implicaciones éticas que ponen en jaque el verdadero significado del lujo.































